Echarse al monte... en Vigo
Contacto con la naturaleza, ejercicio físico, cultura y la satisfacción de alcanzar la meta propuesta: todo esto y mucho más ofrece la práctica del montañismo. Y no hace falta viajar al Himalaya
La orografía gallega pone el monte al alcance de cualquiera, sea cual sea su edad o su condición física. Senderismo, alpinismo, escalada, puenting y hasta espeleología, son aficiones baratas y saludables. Todo es cuestión de ponerse a andar. Y el montañero de Vigo se considera especialmente privilegiado por las posibilidades que tiene a su alrededor.
Los montes Alba y Galiñeiro, en donde cabe practicar desde el senderismo hasta la escalada, se encuentran en el límite mismo de la ciudad. Al otro lado de la ría dispone de alturas suficientes para emplearse a fondo (Xaxán, Domaio), y más al sur puede disfrutar del Aloia y sus espléndidas vistas sobre las Gándaras de Budiño.
A veces la falta de información —otras la pereza— alejan al ciudadano de esos impresionantes parajes. Aquí cobra importancia la labor de los clubes de montañismo, que agrupan a casi 2.000 personas en Vigo.
Senderismo, alpinismo, escalada, puenting o espeleología se pueden practicar en montes próximos a la ciudad
Alberto Canle representa al club Peña Trevinca, fundado en 1944. Con 800 socios aunque no todos participan con igual intensidad, organiza actividades de esquí, alpinismo, montañismo, senderismo y bicicleta de montaña. "Estos deportes no requieren unas cualidades especiales", advierte. Quien los practica de vez en cuando sólo debe "cuidarse un poco físicamente, alimentarse de manera sana y a ser posible no fumar"; aquellos que se meten de lleno sí siguen una preparación más intensa, diaria y a menudo en gimnasio.
El material necesario para iniciarse en el montañismo también resulta muy asequible. Bastan unas botas de trekking, una pequeña mochila, cantimplora e impermeable. Sólo en niveles más avanzados se requieren prendas y materiales específicos. Peña Trevinca organiza actividades casi todos los fines de semana. "En época de vacaciones o puentes aprovechamos para salir de esta esquina", cuenta Canle. Picos de Europa, los Pirineos o los Alpes son algunos de sus destinos preferidos.
"Más que un deporte, el montañismo es una filosofía de vida"
El club Montañeros Celtas cuenta con 900 socios, aunque a menudo abre sus puertas al resto de la ciudadanía. Así, colabora con la Universidad en actividades de puenting y escalada, y organiza la "Operación Benjamín", excursiones en mountain bike por el monte Aloia, Pontecaldelas u O Courel.
Los Montañeros Celtas han recorrido los cinco continentes, desde Groenlandia hasta Nueva Zelanda. Entre sus socios se encuentran los primeros españoles que alcanzaron la cumbre del Kilimanjaro, en África, y realizan expediciones a los Alpes.
Alejandro Cabaleiro, su presidente a finales de los 90, considera que el montañismo "más que un deporte, es una filosofía de vida", en la que no existe competitividad. "Ir al monte -siempre con respeto- es muy enriquecedor", subraya. Cabaleiro anima a "salir de la televisión, los coches y la ciudad" para mover los músculos. "No es para tanto", anima.
Un mirador privilegiado
Vigo se considera un entorno especialmente apto para la práctica de las diferentes modalidades del montañismo. La abundancia de montes y senderos en los alrededores de la ciudad hacen la zona idónea para los amantes del deporte en contacto con la naturaleza.
Existe un Sendero Panorámico que, con una extensión superior a los 55 kilómetros, pasa por las parroquias de Saiáns, Valladares, Zamáns, Bembrive y Candeán, atravesando parques forestales, restos arquelógicos y miradores sobre la ría. En un fin de semana es posible recorrer el sendero completo, aunque es más cómodo realizar excursiones de un día por tramos. Todo el recorrido está señalizado.
El club Montañeros Celtas propone otras rutas menos conocidas pero que igualmente están al alcance de cualquiera. En dos horas y medía se puede caminar desde A Garrida hasta el alto del Outeiro, en Coruxo, pasando por el monte Alba, con la ventaja añadida que supone disponer de paradas de autobús en los extremos del recorrido.
Otro itinerario, la Senda da Auga, parte del depósito de Seragua en San Xoán do Monte, pasando por A Madroa y el monte San Vicente (Trasmañó), hasta llegar a Cedeira y Redondela. Este recorrido permite disfrutar de una amplia perspectiva sobre la ría de Vigo y la ensenada de San Simón.
Publicado originalmente en FARO DEL OCIO (FV) el 2 de mayo de 1997