Pequeño diccionario del futbolín
La cultura del futbolín ha creado una jerga que a los no iniciados les sonará a chino. Para aficionados y "profesionales" de este popular juego hemos elaborado una lista de los términos más comunes. Piezas, jugadas y leyes no escritas, al alcance de todos.
- Abarcones. Piezas que sujetan el jugador a la barra manteniéndolo en posición vertical.
- Arrastrar. Aguantar la bola con los pies del jugador ejerciendo presión, esperando el momento del disparo. El impulso produce un lanzamiento de gran velocidad que desconcierta al contrario. Es ilegal, aunque en algunas zonas se permite el arraste con la línea media.
- Barra. Eje sobre el que se disponen los jugadores. Para un buen deslizamiento se recomienda que estén muy limpias. No conviene echarles grasa ya que acumula el polvo. En todo caso, usar vaselina.
- Bola. Pieza central del juego. De forma esférica, debe tener un peso aproximado de 30 gramos y 30-35 milímetros de diámetro. En campeonatos oficiales, la mesa proporciona siete bolas. En Vigo y otras comarcas,"cantar bola" advierte de una jugada ilegal (véase 'semicateto' y 'toque-cambio').
- Cambiar. Mover la bola entre lineas. II 2. Cambio por atrás, si la bola se impulsa con el tacón de la figura.
- Chapa. Moneda de cinco duros o 1 euro, que se inserta en la mesa para iniciar la partida. Derivación: "chapear".
- La contra a la defensa. Acción de la delantera que consiste en imitar el movimiento de los defensas cuando estos se disponen a sacar. Si en el rebote se marca gol, debe ser anulado. En Moaña denominan al movimiento 'pistola', y en otras zonas, 'muelle'.
- Cuatro-cero. Cuando se produce este resultado, es tradicional que la pareja perdedora, a modo de humillación, gatee por debajo de la mesa.
- Empuñadura. Pieza desde la que se controla el movimientode la barra, generalmente de madera.
- Ele. Rápido giro de muñeca, de derecha a izquierda y disparo.
- Entrar. Pedir turno. El futbolín tiene sus propias normas de cortesía. Cuando una pareja quiere 'entrar' para medirse al ganador de la partida en curso, ha de depositar una 'chapa' en un lateral de la mesa.
- Levantar. Colocar en posición horizontal a los jugadores para no obstaculizar el disparo del compañero.
- Línea. Fila de jugadores dispuestos a lo largo de la barra. Hay cuatro líneas: portero, defensa, media y delantera.
- Mesa. Mueble con forma de estadio sobre el que desarrolla el juego del futbolín.
- Placa petabola. Pieza de plástico o metal situada en medio de la mesa que sirve para anunciar el saque golpeando la bola sobre ella.
- Puente. El defensa pasa atrás al portero y este eleva la bola sobre las demás figuras, tratando de sorprender al portero rival.
- Rasear. Aguantar la bola con el jugador ladeado y antes de lanzar a portería, realizar un rápido quiebro.
- Remolino. Movimiento de la barra que hace girar a los jugadores sobre sí mismos. No está permitido.
- Sacar. Poner la bola en juego, por delante o por detrás de los jugadores.
- Semicateto. Modalidad de juego en la que la delantera no puede parar la bola, sino sólo rematar. Muy extendida en Vigo y alrededores, aporta un gran dinamismo a las partidas. Normalmente, el gol conseguido por combinación entre los delanteros se anula. También se conoce como "jugar al toque".
- Sierra. Mover la barra de arriba abajo para defenderse. Jugada ilegal.
- Siguientes. Nombre dado a la pareja que espera para jugar.
- Toque-cambio. Modalidad de juego que permite desplazar la bola entre las figuras de la delantera, muy común en el norte de Galicia, Castilla y Andalucía. A diferencia del semicateto, en esta especialidad prima más la táctica que los reflejos.
- Vacile. Pases continuos entre media y delantera. Busca un cambio de ritmo para descolocar las barras de la pareja rival.
Genuinamente galaico
Alejandro Finisterre. He ahí el nombre del padre del futbolín. Intelectual republicano, durante la Guerra Civil recaló en un hospital de Barcelona y allí, al constatar la frustración de los niños mutilados cuando miraban a los demás jugar al fútbol, se le ocurrió el diseño de este juego que hoy se encuentra en miles de bares. Un carpintero de Monistrol le dio forma a la primera mesa de futbolín.
Finisterre, poeta y editor, extendió la afición a Sudamérica durante su largo exilio. En Guatemala perfeccionó su invento y lo empezó a fabricar en serie. El artista gallego regresó a su país en la Transición y falleció en Zamora en 2007, a los 87 años de edad.
Se calcula que en España existen cinco modelos de mesa y juego. El futbolín estándar se caracteriza por disponer de once jugadores por equipo, con dos piernas y un campo curvado. Es el modelo más habitual en Andalucía y el norte de Espana. En la zona centro, el campo tiene una superficie plana y en Madrid capital abundan los jugadores de una sola pierna. Cataluña y Levante tienen su propio modelo de futbolín, un juego ya universal.
Un deporte en toda regla
En octubre de 1997 se celebró en Galicia el II Campeonato Nacional de futbolín "Presas 2000", dotado con más de un millón de pesetas en premios. Simultáneamente se disputaba el campeonato gallego. Los actuales campeones en ambas competiciones pertenecen a un equipo de Rábade (Lugo), lo que da idea del potencial alcanzado por nuestra comunidad a nivel nacional. Un miembro de este equipo aseguró a la prensa que tarda "entre uno y dos segundos" en meter gol.
Organizado por una empresa de recreativos radicada en Lalín que en los últimos años ha exportado mesas a diversos países de Europa, África, Sudamérica e incluso a Arabia Saudí, el campeonato "Presas 2000" es el único que reúne a jugadores de toda España. La fase final convoca a 150 parejas, seleccionadas entre más de 1.000 aspirantes a través de liguillas regionales.
Otro importante campeonato es el Mundial de Huelva. Al no existir una normativa específica del futbolín, la competición se regirá según las normas imperantes en cada zona. Así, cabe esperar dos equipos campeones, uno en la modalidad "toque-cambio" y otro en "semicateto". Llegado el caso, ambas parejas se enfrentarían en una finalísima a doble partida, de modo que en una se permitiría el pase entre delanteros y en el otro encuentro se jugaría al remate.
En el primer Campeonato Nacional, celebrado en 1996, las parejas participantes demostraron un elevadísimo nivel de juego. Emilio Ortiz, responsable de Recreativos Presas, recuerda que en semifinales llegó a ver una bola que duró más de cinco minutos. "Hay verdaderos maestros; el futbolín es todo un deporte, exige entrenamientos diarios y un gran esfuerzo físico", dice.
Publicado originalmente en FARO OCIO el 7 de mayo de 1997