‘Netiquette’: diez reglas de cortesía en la red
Como cualquier grupo social, el ciberespacio tiene sus propias pautas de comportamiento. No se trata de enigmáticas reglas sólo accesibles para iniciados, sino de consejos prácticos que han llegado a institucionalizarse. Si en la vida diaria actúa con sentido común y buenas maneras, no tendrá problema para adaptarse. Lo único que pretende la netiquette (la etiqueta, la diplomacia en la red) es que nadie se sienta ofendido. Respete y será respetado.
Las listas de correo y los grupos de noticias o discusión fueron los principales lugares donde se desarrolló la netiquette. No obstante, su espíritu preside toda relación interpersonal a través de Internet, incluyendo, por supuesto, los e-mails que envíe, sus aportaciones en foros o cómo se manifiesta en las redes sociales. He aquí algunas reglas de uso común.
1. Recuerde a los humanos. Al comunicarnos por Intenet sólo vemos una pantalla cubierta de caracteres. Tenga presente que detrás existe una persona tan real como usted, con ideas y sentimientos. Acuérdese de aquello que a todos nos dijeron en la niñez: trata a los demás como desees que te traten a ti.
2. Actúe como en la vida real. En el ciberespacio corte residen infinidad de colectivos y grupos sociales, cada uno con sus propias pautas de comportamiento. En ocasiones encontrará chocante alguna forma de expresarse, alguna propuesta o idea alejada de sus principios. Internet no es más que un reflejo del mundo, con su diversidad y sus variantes culturales. Sea sincero consigo mismo y actúe como lo hace en otros ámbitos de la vida. La falta de ética y la chabacanería redundan en perjuicio de todos.
3. Asuma su lugar. La netiqueta varía según la posición que ocupe en el ciberespacio. A los novatos les puede caer alguna "bronca" del resto de usuarios cuando "meta la pata" -por ejemplo, enviando repetidas veces el mismo mensaje-, pero en general se es indulgente y comprensivo. Mientras no domine el sistema, dedíquese a observar y aprender. Manténgase "al acecho" y poco a poco se irá integrando. Del mismo modo, está mal visto que el experto internauta aproveche sus conocimientos en beneficio propio o que se burle de los novatos. Compartir el saber es el origen de Internet y la razón de su éxito, así que siga la tradición. Es especialmente cortés participar a los demás de sus dudas y elaborar resúmenes con las respuestas recibidas.
Regla básica: recuerde siempre que más allá de la pantalla hay personas tan reales como usted
4. Cuidado con lo que escribe. Los sistemas de envío de mensajes no aseguran la confidencialidad. Es probable que un tercero pueda leer su correo, así que ¡ojo! no se le ocurra enviar a la ligera números de cuenta u otros datos bancarios. Si le preocupa la privacidad, use programas de encriptación. Al mismo tiempo, preste atención a los contenidos que transmite: la mala información se propaga rápidamente por Internet. Asegúrese de lo que habla y sea claro, lógico y agradable en su exposición.
5. Respete el tiempo de los demás. La gente tiene menos tiempo que antes porque debe asimilar muchísima más información. Antes de enviar un mensaje a varios usuarios, piense si todos ellos lo necesitan realmente. Leer y contestar lleva su trabajo. Por otra parte, el "bombardeo" de correos electrónicos no sólo irrita a quien lo recibe -es como encontrarse el buzón de casa repleto de publicidad-, sino que ralentiza toda la red. Recuerde que el ancho de banda es limitado, no lo cargue inútilmente.
6. Respete la privacidad. A nadie se le ocurre abrir el cajón de un compañero de trabajo. Lo mismo sucede con el email o su navegador.
7. Aténgase a las reglas. Cuando uno se suscribe a una lista de correo o un foro de discusión, suele recibir dos mensajes: uno de bienvenida y otro con las instrucciones de la lista. No las borre, téngalas en cuenta si no quiere que el resto de miembros del foro le ataquen o le hagan el vacío por no respetar las medidas establecidas.
Procure ir al grano, no cargar los mensajes con textos o archivos que sólo harán perder tiempo a quien lo reciba
8. Controle sus instintos. No responda a las provocaciones o, en todo caso, sea más ingenioso que el anterior. En especial evite las guerras de flames, mensajes que expresan opiniones muy fuertes en los que no importa la sensibilidad del lector. Son una tradición en la red y normalmente quien las recibe, se lo merece. Al principio pueden resultar divertidas, pero acaban monopolizando la conversación. Evite el flamming continuado.
9. Dé buena imagen de sí mismo. En la red no le juzgarán por su color de piel, por su físico o por la forma en que viste. Más le tendrán en cuenta lo que escriba y cómo lo escriba. Por eso, cuide la gramática y el estilo: constituirán su tarjeta de presentación ante el resto de usuarios. Y en la medida de lo posible, responda pronto a los mensajes que le envíen.
10. Sea comprensivo. Todos nos hemos equivocado alguna vez. No cargue las tintas contra el novato (newbie), y si quiere corregirle hágalo cortésmente y de forma privada. Dé a la gente el beneficio de la duda.
- Basado en The Core Rules of Netiquette, de Virginia Shea
Publicado originalmente en FARO DOMINGO el 30 de noviembre de 1997